Esta es la bellísima ilustración de la portada, desvelada hoy por Margaret Weis en sus redes sociales…

El primer volumen, por desgracia, sigue sin publicarse en español.
Esta es la bellísima ilustración de la portada, desvelada hoy por Margaret Weis en sus redes sociales…
El primer volumen, por desgracia, sigue sin publicarse en español.
Aquí dejo el extracto traducido al castellano que se había enseñado en inglés. He visto que hay algún otro sitio web que ya había enseñado esto en castellano, pero, al menos la traducción que yo he visto, era literal de google, un poco chapucera, con tiempos verbales sin sentido, y usando, por ejemplo, la expresión «heces» en lugar de «posos», entre otras burradas. Además de corregir todo eso, en esta traducción he llevado a cabo muy pequeñas correcciones de estilo, que siempre suceden al traducir un texto de un idioma a otro, por muy bien escrito que esté. La traducción es como el doblaje, está ahí para hacernos llegar la intención original del autor con las menores interferencias posibles.
Ni que decir tiene que el «copyrigth» de este fragmento pertenece a sus autores, Margaret Weis y Tracy Hickman, y que yo solo publico esto aquí con el ánimo de hacer «hype», esperando que esta obra se publique en castellano lo más pronto posible, por alguna editorial española.
Vuelvo a poner aquí la sinopsis, pata tener algo de contexto antes de leer este fragmento. (Fui el primero en publicarla en castellano, en este mismo blog).
Esta es la sinopsis:
Destina Rosethorn, como su nombre indica, cree que es una de las hijas favoritas del destino. Pero cuando su padre muere en la Guerra de la Lanza, su mundo cuidadosamente construido se derrumba. No solo pierde a su amado padre, también el legado que él le ha dejado, su casamiento con el rico prometido que ahora gobierna las tierras y el castillo de la familia. Sin nada en el mundo que la apoye más que su ingenio y determinación, la joven trama un plan audaz: buscará el Dispositivo del viaje en el tiempo sobre el que leyó en uno de los libros de su padre, para cambiar el pasado y evitar su muerte. Destina sabe que el último poseedor conocido del Dispositivo fue uno de los Héroes de la Lanza: el kender de espíritu libre, Tasslehoff Burrfoot. Pero cuando Destina llega a Solace, hogar no solo de Tas, sino también de sus compañeros héroes Caramon y Tika Majere, pone en movimiento una cadena de eventos más mortales de lo que jamás había anticipado: algo que podría cambiar no solo su historia personal, sino también la del mundo entero, permitiendo que un mal previamente derrotado vuelva a ganar ascendencia.
En esta escena, Destina, la protagonista, cumple 15 años y celebra su cumpleaños con sus padres.
(…)
Destina se reunió con su padre y su madre en el solar después de la comida del mediodía. El solar era la habitación más agradable del castillo, pues el sol de la tarde entraba por las numerosas ventanas, iluminándolo y llenándolo de calor.
Atieno estaba particularmente de buen humor. Entre su gente, una niña alcanzaba la edad adulta a los quince años.
Gregory se unió a ellos, con una caja de madera que contenía su regalo. Se puso más alegre, como siempre lo hacía cuando estaba en presencia de su esposa. La besó y le deseó la alegría del día en que le había dado a su hija, su felicidad.
“¿Cuál es mi regalo, mamá?” preguntó Destina.
Atieno obsequió a Destina con una cadena de oro.
“Oro para el sol, para la gavilla de trigo, para las hojas en otoño”, dijo Atieno. «Oro para la diosa de la estrella amarilla».
Destina no estaba interesada en más discusiones sobre dioses que no existían. Se colgó la cadena alrededor del cuello y le dio las gracias a su madre.
Gregory le entregó a su hija su regalo: un cáliz de plata decorado con un martín pescador. El ave, con su brillante plumaje azul cielo y naranja fuego, había sido elegida como emblema de los caballeros por Vinus Solamnus, su fundador. El martín pescador simbolizaba el coraje y la esperanza, pues se decía que, el día de la creación del mundo, el atrevido martín pescador fue la primera ave que se atrevió a emprender el vuelo.
“Para tu cofre de la esperanza, hija”, dijo Gregory.
“¡Papá, gracias! Esto es hermoso.» Destina arrojó sus brazos alrededor del cuello de su padre y lo besó.
Gregory la abrazó y luego sirvió vino para él y su esposa para celebrarlo.
“Por favor, papá, ¿solo un poco para mí en mi nuevo cáliz?” rogó Destina. “Después de todo, mamá dice que hoy soy una mujer”.
Extendió el cáliz y Gregory vertió varios tragos de vino tinto de la jarra en la copa. Gregory y Atieno brindaron por su hija. Destina respondió agradeciendo a sus padres por haberle dado la vida y bebió el vino, admirando el cáliz mientras lo hacía, dándole vueltas y vueltas en su mano. Cuando terminó, le entregó la taza a su madre.
“Debes mirar mi futuro en los posos, mamá”, dijo Destina.
Atieno miró dentro del cáliz donde los posos se habían hundido hasta el fondo.
“¿Qué ves, mamá?” preguntó Destina.
Para su asombro, Atieno lanzó un grito de horror y arrojó el cáliz lejos de ella. La copa de plata golpeó el suelo de piedra con un sonido metálico y rodó debajo de un cofre.
Atieno hizo un gesto de protección con la mano y murmuró unas palabras que Destina no entendió y supuso que eran lo que su madre denominaba “magia”. Entonces, Atieno saltó de su silla y salió corriendo de la habitación.
Gregory la miró con preocupación. “¿Qué le pasa a tu madre?»
«Parece que mamá ha visto un mal presagio en los posos, y creo que pronunció un hechizo mágico para alejar el mal».
«¿De qué trataba el presagio?» preguntó Gregory.
«Yo . . . eh . . realmente no pude entenderla”, dijo Destina. «Iré a hablar con ella».
Fue en busca de su madre y encontró a Atieno en la ventana de su dormitorio, contemplando el cielo azul brillante y las bruñidas hojas anaranjadas, allá abajo.
“Ven a ver los hermosos colores, Destina. Son los colores del martín pescador. Azul arriba y naranja debajo».
A Destina no le interesaban los martines pescadores ni los colores del otoño. La Medida prohibía creer en presagios, y Destina trataba de obedecer, pero tenía muchas preguntas, que ninguno de los treinta y siete volúmenes de la Medida podía responder.
Atieno seguía mirando por la ventana. Destina vio lágrimas en las mejillas de su madre y se asustó aún más. Destina nunca en su vida había visto llorar a su madre.
“Mamá, ¿qué viste en los posos?” —exigió saber Destina.
“¿Cómo podemos enfrentar lo que viene?” preguntó Atieno. «¿Cómo podemos soportarlo?»
Se volvió hacia Destina y dijo en voz baja: “Mi pobre niña. . .”
Destina se refugió en la Medida. “Mamá, recuerda lo que dice la Medida: ‘Paladine forja la espada, pero el hombre elige cómo empuñarla’. Eso quiere decir que cada uno es responsable de lo que hace en esta vida. La Medida también advierte: ‘No confiéis en el adivino, porque sus palabras son mentiras para atrapar a los incautos’”.
“Y mi gente dice: ‘El lobo nace para matar. La oveja para ser sacrificada’”, dijo Atieno, mirándola con ojos oscuros y brillantes.
“¡Mamá, por favor dime lo que viste en el cáliz!” dijo Destina desesperadamente.
“Tráeme el cáliz”, dijo Atieno. «Te lo mostraré.»
Destina se apresuró al solar a buscar el cáliz. Tuvo que ponerse sobre sus manos y rodillas para sacarlo de debajo del cofre. Volvió con su madre y se lo tendió.
Atieno retrocedió, negándose a tocarlo.
«Míralo, hija, y dime lo que ves».
“Madre, sabes que nunca veo nada excepto residuos”, protestó Destina.
“¡Sí que ves, mira!” Atieno insistió.
Destina suspiró y miró dentro de la taza, y esta vez vio que los posos habían formado un patrón reconocible. Rio y dijo, antes de pensar: “¿No es gracioso, mamá? Los posos tienen forma de dragón. Mira, aquí está la cola, la cabeza y las alas. . .”
Escuchó un grito ahogado y miró a su madre. La sangre se había ido de la cara y los labios de Atieno, dejando su piel morena gris y plomiza. “¡Viste al dragón! El mismo presagio. Esperaba estar equivocada, ¡pero ya no hay duda!”
“Mamá, me estás asustando”, dijo Destina. “Vi la forma de un dragón. No son más que posos, restos de uva fermentada. ¡Mira!”
Metió el dedo índice en el cáliz y lo pasó por dentro. El dragón desapareció, y se manchó el dedo de rojo. Destina levantó el dedo para mostrárselo a su madre.
“Ay, mamá. No necesitas preocuparte. Ya no hay residuos de uva, ni ningún dragón”.
Atieno miró horrorizada la mancha roja en el dedo de Destina. Luego se hundió en una silla, con tan mal aspecto que Destina llamó a gritos a su padre.
***
Hasta aquí el fragmento. Una escena que recuerda un montón a la de Frodo, Gandalf y el Anillo, sin duda. Y no es de extrañar, ya que las novelas de Dungeons & Dragons en general, y las de Dragonlance en particular, están entre las que mejor supieron captar el encanto de lo que nos transmitió Tolkien con su por otra parte lejos de ser igualada obra (aunque hoy en día muchos «modernos» digan muchas tonterías sobre su estilo).
Dijeron los autores, en alguna entrevista promocionando este nuevo libro, que «Dragons of Deceit» tiene mucho que ver con la idea del destino, con cómo a veces el destino que esperamos para nosotros mismos no es lo que nos espera, y cómo lidiamos con la terrible decepción de tal hecho.
En este fragmento somos testigos de cómo empieza a truncarse la vida feliz de Destina, lo que la llevará a tomar las decisiones que hagan que viaje al pasado, para tergiversar ese pasado, de forma que su padre no muera. Esto traerá nefandas consecuencias sobre Ansalon y Krynn, pero seguro que es muy divertido ser testigos de cómo los autores aprovechan esta trama para que, por medio de Destina, podamos revisitar a los personajes icónicos de la Guerra de la Lanza, desde una nueva perspectiva, por sus propios autores, y nosotros mismos, como lectores, seguramente no exenta de mayor madurez, nostalgia, y algo de amargura. Aunque sean todos estos: diversión, madurez, nostalgia y amargura, ingredientes que ya había en las Crónicas y quizá aún más en las Leyendas de la Dragonlance. Como en toda buena fantasía.
Como los que de vez en cuando se pasen por aquí ya sabrán, los mundos roleros, sobre todo los de Dungeons & Dragons, y dentro de estos Krynn, el mundo de la Dragonlance (que fue mi primera lectura de fantasía, cuando tenía 14 años), es uno de los temas recurrentes últimamente en este blog. Pues bien, por fin, en las últimas semanas, se ha desvelado la sinopsis de la primera novela de la anunciada nueva trilogía de la saga, que se titulará Destinities (Destinos); el título de su primer volumen parece que sigue siendo el ya filtrado, de «Dragons of Deceit».
Esta es la sinopsis:
Destina Rosethorn, como su nombre indica, cree que es una de las hijas favoritas del destino. Pero cuando su padre muere en la Guerra de la Lanza, su mundo cuidadosamente construido se derrumba. No solo pierde a su amado padre, también el legado que él le ha dejado, su casamiento con el rico prometido que ahora gobierna las tierras y el castillo de la familia. Sin nada en el mundo que la apoye más que su ingenio y determinación, la joven trama un plan audaz: buscará el Dispositivo del viaje en el tiempo sobre el que leyó en uno de los libros de su padre, para cambiar el pasado y evitar su muerte. Destina sabe que el último poseedor conocido del Dispositivo fue uno de los Héroes de la Lanza: el kender de espíritu libre, Tasselhoff Burrfoot. Pero cuando Destina llega a Solace, hogar no solo de Tas, sino también de sus compañeros héroes Caramon y Tika Majere, pone en movimiento una cadena de eventos más mortales de lo que jamás había anticipado: algo que podría cambiar no solo su historia personal, sino también la del mundo entero, permitiendo que un mal previamente derrotado vuelva a ganar ascendencia.
Como veis, lo que especulábamos en entrada previas, que la única forma de traer de regreso a los viejos compañeros héroes de la Dragonlance, junto a nuevos personajes, era que hubiera de por medio un viaje en el tiempo, se confirma. Es bastante probable que Destina sea un personaje muy interesante, y que estas novelas nos deparen muchos buenos momentos, no exentos de cierta nostalgia.
Estando Tasselhoff de por medio, una joven empecinada en cambiar el tiempo para salvar a su padre, un artilugio para viajar en el tiempo (usado en la magnífica trilogía de las Leyendas de la Dragonlance), la gran liada está asegurada… ¡Me muero por saber cómo se desenvolverán personajes como Raistlin en todo este embrollo…!
En una de las última entradas, hablando también sobre esta nueva trilogía de la Dragonlance, que llegará casi 40 años después de la publicación de «Dragones del Crepúsculo de Otoño» («El Retorno de los Dragones» en la edición española), me hacía eco de las palabras de los autores, cuando anunciaron esta nueva trilogía, a principios de 2021:
“The most beloved characters from the original novels along with introducing a new, strong protagonist”. Tracy Hickman.
“We couldn’t be happier to be returning to the world we love. Dragonlance is what brought Tracy and I together so many years ago. We’re thrilled to be able to do this for existing lovers of Krynn while bringing our beloved characters to a new generation of readers.” Margaret Weis.
Esto es lo único que sabemos de las nuevas novelas. No se sabe nada más aún de su argumento. La publicación de estos nuevos libros de la Dragonlance, tras el litigio con Wizards of the Coast (que según la propia Margaret Weis acabó amigablemente), es segura. Eso sí, que nadie espere la publicación del primero antes de 2022, o, con un poco de suerte, Navidades. (y esto en inglés, así que en español tendremos que esperar con toda seguridad a 2022).
Así pues, solo nos queda especular, a partir de las palabras de los autores, sobre alrededor de qué puede girar el argumento de las nuevas novelas. Las pistas que nos dan no son pequeñas, desde luego, y suponen toda una declaración de intenciones. Podrían haber seguido el camino llevado a cabo con la última trilogía de la saga, «La Guerra de los Espíritus», en la que se continuaba con la línea temporal iniciada con los nueve compañeros en «Las Crónicas de la Dragonlance». En aquella última trilogía, los queridos Héroes de la Lanza toman un papel ya distante o secundario, todos ellos ya desaparecidos, por uno u otro motivo, menos el incombustible kender, Tas.
Podrían haber seguido hacia adelante, con personajes nuevos, contándonos historias asentadas más en el futuro. Pero por lo visto no ha sido ese el camino elegido, y las nuevas novelas estarán protagonizadas por los viejos personajes de las Crónicas, además de un nuevo protagonista principal. Repasemos los nombres de aquellos personajes: Los gemelos Raistlin y Caramon Majere, Tanis el Semielfo, el enano Flint Fireforge, el kender Tasslehoff Burfoot, el caballero Sturm Brightblade, los bárbaros Goldmoon y Riverwind, Tika, Laurana y Kitiara. Estos conforman el grupo protagonista de las Crónicas, fuertemente inspiradas, como todos bien sabemos, en El Señor de los Anillos, obra maestra insuperable y fundadora de todo un género literario. Las novelas de la Dragonlance, pasadas a través del matiz del juego de rol Dungeons & Dragons, quizá nunca alcanzarán el nivel de Tolkien, pero sí serán siempre una obra escrita desde el respeto, admiración y amor hacia la obra del profesor inglés, y una puerta de entrada perfecta para los más jóvenes en la fantasía épica.
Antes de marcharse de nuestro mundo, Tolkien escribió un relato y algunas notas sobre una posible historia ambientada en la Cuarta Edad. Iba a seguir adelante con la línea temporal de la Tierra Media, pero no encontró la inspiración necesaria, quizá tampoco la fuerza, para seguir adelante con aquello. Según sus propias palabras, llegó a la conclusión de que la Cuarta Edad no era un periodo del que a él le hubiera gustado escribir. Era una época de creciente oscuridad, en la que los niños jugaban en las calles a ser orcos, y nuevos cultos crecían en las sombras, acechando a un pueblo adormecido por los años de paz. El relato que escribió, incompleto (y recogido en uno de los volúmenes recopilatorios de la obra de su padre editados por su hijo Christopher), contaba cómo surgía un poder oscuro, desde una perspectiva muy sugerente, cercana al misterio y al horror que podríamos asociar a una historia lovecraftiana.
¿Por qué hablo aquí de todo esto? Bueno. Margaret Weis y Tracy Hickman han tenido la oportunidad de escribir una nueva trilogía de la que consideran, en sus propias palabras, la piedra angular de su carrera como escritores, la saga Dragonlance. Y dicen que lo van a hacer sobre los mismos personajes. Esta vez no irán adelante en el tiempo de la historia, ya que más adelante en el tiempo de la historia, en el tiempo de Krynn, ya no existe ninguno de esos personajes. Tendrán que haber encontrado una forma de contar de nuevo su propia historia. Una forma que introduzca, desde una perspectiva literaria, quizá, nuevos ingredientes o elementos, que aporten una nueva lectura, fresca y singular, de aquellos personajes.
Con la experiencia de haber escrito muchas otras cosas después de las novelas de las Crónicas de la Dragonlance, que fueron sus primeras novelas, volver sobre los mismos personajes nos promete una visión más madura de ellos. Pienso en una especie de reelaboración, un «remake» de las Crónicas, en el que los misteriosos caprichos de los viajes en el tiempo quizá tengan algo que ver. Así, me imagino una especie de trilogía de reinicio de la Dragonlance, siguiendo algo del estilo de lo que hizo J.J. Abrams, con bastante éxito, para relanzar Star Trek, con los mismos personajes, pero volviendo a su pasado, a sus inicios. En este terreno, los autores pueden jugar a la ucronía con sus propios hechos y personajes. Así, por ejemplo: ¿qué pasaría si Kitiara sí hubiese acudido a su cita en la posada de El Último Hogar, y fuese una más de los compañeros de la Lanza (puede que por huir tras asesinar a un señor del dragón que hubiese intentado abusar de ella)? ¿Y si alguno de los personajes hubiese muerto en circunstancias diferentes?, ¿o si Raistlin no hubiese renunciado a su salud por su poder, y nunca se hubiese convertido en el archimago que soñaba? ¿Y si no hubiese sido tan débil, y, por tanto, no se hubiese sentido atraído por la magia y el mago fuese otro compañero? Creo que esa es una de las posibilidades, que en esta trilogía seamos testigos de muchos «Y si». Aunque claro, si te pasas con esto, puede que se estén alejando demasiado de los personajes. Realmente no es necesario alejarse de su idiosincrasia, lo que hace a cada personaje lo que es, para reescribir su historia (como vimos en Star Trek).
Es difícil imaginar otra forma de que los antiguos personajes sean de nuevo los protagonistas, que no sea el remake, a no ser que se trate de volver sobre historias pasadas suyas que no fueron contadas antes; pero estoy seguro de que esto no será así, porque es algo que ya hicieron en otra trilogía Weis y Hickman, la que me faltaba por mencionar en este blog: «Las Crónicas Perdidas». En ella nos narran hechos no desarrollados en sus anteriores trilogías, protagonizados por aquellos mismos personajes. Aquí se trata de una historia nueva, pero ¿cómo de nueva? Es lógico pensar que ese nuevo personaje protagonista, del que nos habla Tracy Hickman (no se puede sino pensar en Mina, la oscura protagonista de «La Guerra de los Espíritus», aunque allí la presencia de los antiguos compañeros se reducía a Tasslehoff), tenga bastante que ver con el embrollo temporal que nos permita asistir a este remake de las Crónicas. Pero, ojo, recuerdo que todo esto son especulaciones. Me estoy dejando llevar por lo que imagino que puede ser, pero quizá las nuevas novelas no tengan nada que ver con todo esto. Solo es que, como digo, no se me ocurre otra forma de que los mismos personajes sean otra vez protagonistas. Posibilidades hay muchas, claro, infinitas. Quizá el grupo se vea enfrentado a un nuevo mundo, plano, tiempo, o una combinación de todas esas cosas. De qué forma se entrelazará todo lo que vivan en estas nuevas novelas con la historia ya contada en las Crónicas y las Leyendas, si afectará y cambiará a aquellos hechos, o no… solo podemos seguir especulando. Podría ser algo tan «simple» como que el nuevo protagonista, viajando a través del tiempo, o de los planos, incluso de los mundos, convoque a cada uno de los héroes, para hacer frente a un nuevo peligro, en alguno de esos otros tiempos/mundos/planos de existencia.
Como he escrito en las últimas entradas del blog, la publicación de esta nueva trilogía de la Dragonlance parece formar parte de un plan editorial de Wizards of the Coast (pese a las desavenencias surgidas, luego solucionadas) para relanzar Dragonlance como setting para Dungeons & Dragons en la quinta edición del juego; lo que, casi cuarenta años después, sería un reflejo perfecto de la forma en que surgieron, a principios de los 80, las novelas originales, como un experimento multiplataforma por parte de TSR, la entonces propietaria de D&D, para narrar en forma de novelas los módulos de la nueva ambientación desarrollada por Tracy Hickman para la segunda edición de D&D. (Aquella edición se llamaba AD&D, Advanced Dungeons & Dragons). De hecho, también hubo cómics, libros de arte, etc. Fue algo casi experimental, que nunca se había hecho, como nos cuenta Tracy Hickman en la introducción a la edición integral anotada de las «Crónicas de la Dragonlance».
En fin, solo estos dos escritores, y muy poca gente más, conocen lo que nos aguarda en las páginas de las nuevas novelas de la Dragonlance, casi 40 años después de que aquellos personajes salidos del juego de rol iniciasen sus aventuras. Esperemos que la publicación en nuestro idioma sea rápida y pronta, y que tengamos fechas a poco de conocer la fecha de salida del primer volumen en inglés.
A principios de este año, Margaret Weis y Tracy Hickman anunciaban la publicación del primer libro de una nueva trilogía de la famosa saga basada en el juego de rol por excelencia, Dungeons & Dragons: la Dragonlance, el escenario de campaña que a principios de los ochenta, y de la mano de la Segunda Edición del decano de los juegos de rol, modernizó la forma de entender el juego.
El título provisional del primer libro, que ya tenían escrito cuando anunciaron la trilogía (y el segundo también, más sobre eso ahora), es «Dragons of Deceit». Sigue coherentemente la idea de titular cada libro principal de la saga poniendo como sujetos a los dragones, aunque en castellano todos se han traducido con títulos específicos para nuestro idioma, seguramente más efectivos, pero bastante menos impresionantes.
También tienen, decía, escrito ya el segundo libro, este provisionalmente titulado «Dragons of Fate».
Para el que no conozca la historia, la resumo: Los dos autores (para el que no lo sepa, que yo no lo supe durante muchos años, «Tracy» es él, no ella… y siempre lo ha sido) tenían firmado un contrato con Wizards of the Coast para publicar esa nueva trilogía. Contrato que WotC se pasó por el unilateral arco del triunfo, dejando en el limbo la publicación de una trilogía en la que Weis y Hickman ya habían invertido su buen trabajo, con esos dos primeros libros ya escritos, y el tercero en proceso de estar también terminado. Por supuesto, y como no podía, ni debía, ser de otra manera, fueron a juicio, y los autores ganaron el juicio y el derecho a publicar la trilogía con otra editorial, que será, si no me equivoco, la conocida Del Rey.
Para el que se sienta un poco perdido acerca del mundo de la Dragonlance, decir que nació como escenario de campaña para Dungeons & Dragons, con las novelas escribiéndose casi a la vez que los módulos del juego de rol, publicándose la primera en 1984, durante lo que fue el auténtico primer boom de la literatura fantástica nacida por el influjo de los grandes autores de fantasía del siglo XX: Tolkien, Moorcock y Fritz Leiber, entre otros, pero fue sobre todo Tolkien (que a su vez bebió de Lord Dunsany, entre otras muchas fuentes) el que inventó casi un nuevo género. Yo leí aquellos libros, empezando por el primero de Las Crónicas de la Dragonlance, aquí titulado «El Retorno de los Dragones» («Dragons of an Autumn Twilight» en el original), en cuanto llegaron a España, a mis por entonces 14, en 1989. Fue el libro que me aficionó definitivamente a la lectura. Nunca había leído una novela tan extensa. No soy un lector especialmente rápido, ni ahora ni antes, y aquellas 419 páginas me duraron dos días y cuarto.
Hoy hay unos cuantos que se avergüenzan de aquellos libros; los critican de forma despiadada, y muy poco inteligente, comparándolos con las cosas que se escriben hoy en el género. Un género que ha evolucionado a través de la por muchos injustamente poco conocida figura de Tad Williams, autor que fue quien inspiró con su saga «Añoranzas y Pesares» al tito Martin para que escribiese su propia saga de fantasía, la que de la mano de su éxito televisivo volvió a cambiar la historia de un género que hoy se escribe con palabras más oscuras y más cínicas, con la posible excepción del incombustible Brandon Sanderson, finalizador de la (casi) interminable saga de la Rueda del Tiempo, y gestador de lo mejor del género en estos días inciertos.
Leí, años después de la Dragonlance, «El Señor de los Anillos», la cual sigue pareciéndome la mejor obra que he leído jamás, de cualquier género, pese a que hoy en día haya también muchos que se ceben con el «arcaico» y «pasado de moda» estilo del inglés.
Entiendo que las novelas de la Dragonlance no son para ganar un premio Nobel, pero ni falta que les hacía. Lo que hicieron, lo hicieron muy bien, y sería estúpido, y por tanto de gente estúpida, criticarlas desde el punto de vista de hoy, sin saber entenderlas en su contexto. El punto de vista típico de un lector resabiado, que no ha sabido envejecer bien. Ya sabéis, las típicas tontunas sobre el maniqueísmo y tal y cual… Seguro que ellos escribirían mucho mejor; no me cabe la más mínima duda. Son críticas fáciles, obvias, ventajistas… En fin, pueriles.
Ojo, yo recomendaría más que nada leer solo las novelas de la Dragonlance escritas por Margaret Weis y Tracy Hickman, y muy pocas más. La de «La Leyenda de Huma», escrita por Richard A. Knaak, es otra que merece la pena. Y alguna otra hay, también muy divertida de leer.
Las trilogías principales (imprescindibles para mi gusto) son, en este orden: «Crónicas de la Dragonlance», «Leyendas de la Dragonlance» y «La Guerra de los Espíritus». Además, de ambos autores también merece la pena, y mucho (incluso más), leer «La Espada de Joram», «El Ciclo de la Puerta de la Muerte» y «La Gema Soberana», pero estas tres últimas sagas no tienen que ver con la Dragonlance.
El estilo de los libros de la Dragonlance de Weis y Hickman es el de unos autores noveles, pero que sabían lo que se hacían. Es un estilo sencillo, ágil, alejado de las mastodónticas cifras en libros, páginas, personajes, vísceras y sangre de Steven Erikson y compañía, pero que sabe ser bello, emotivo y contundente. Y ojo, que yo disfruto por igual de la lectura de Malaz que de la Dragonlance. Lo que pasa es que sé distinguir qué debo esperar de unas y otras novelas, cuáles son sus puntos fuertes y débiles; la idiosincrasia de cada obra, aunque también tengan sus cosas, evidentemente, en común. Pues al final, ambas obras, las citadas, las de la Dragonlance y la de Malaz, nacieron de juegos de rol de alta fantasía épica. Digamos que Malaz es el tipo de literatura perfecta para el adolescente que creció con Dragonlance, y que ahora ya es un mozo, o una moza, talludita. Pero eso no evita, si se ha sabido envejecer sin prejuicios, poder volver a disfrutar de la sencillez y el encanto, no desprovisto de una profunda carga emotiva, y de fantásticas escenas, algunas de las cuales se me quedaron grabadas en la mente para siempre, de las novelas de Weis y Hickman.
El caso es que, muchos años después, tenemos a la vuelta de la esquina la publicación del primer libro de una nueva trilogía. Y si creíais que el motivo principal que me ha impulsado a escribir esta entrada del blog es esta noticia, bueno… no del todo. Lo que más ha excitado mi imaginación ha sido esto:
Dicho por los autores, la nueva trilogía tratará sobre: “The most beloved characters from the original novels along with introducing a new, strong protagonist”. Tracy Hickman.
“We couldn’t be happier to be returning to the world we love. Dragonlance is what brought Tracy and I together so many years ago. We’re thrilled to be able to do this for existing lovers of Krynn while bringing our beloved characters to a new generation of readers.” Margaret Weis.
Esto es lo verdaderamente interesante, y que da para especular todo lo que se quiera. No será una continuación al uso. En la última trilogía citada arriba, «La guerra de los espíritus», unos cuantos de los personajes principales ya no estaban. Los viejos personajes con los que crecimos iban dejando su paso a otros. Pero, al menos yo siempre lo he creído así, la Dragonlance es aquellos personajes, de la misma forma que El Señor de los Anillos es Frodo, Sam, Aragorn… Las novelas de la Dragonlance son «los nueve bajo las Tres Lunas». Y hete aquí que esta nueva trilogía versará sobre los personajes originales, ya todos muertos, o desaparecidos, si es que no muy mayores como para seguir yendo de aventuras.
La pregunta es la que muchos estamos gritando, cuando pensamos en esto, en nuestra imaginación: ¿CÓMO LO HARÁN? (Imagínese gritado por Boris Izaguirre). De hecho, ya lo han hecho, recordemos que los dos primeros libros ya están escritos; «Dragons of Deceit», el primero, seguramente ya más que revisado. ¿Cómo lo harán? ¿Entrarán en juego los viajes en el tiempo, como tan hábilmente hicieron en la trilogía de las Leyendas? ¿Se atreverán a hacer un reboot, o justificarán, (que es lo que yo imagino) un argumento que posibilite una nueva historia alternativa, desde el principio, un poco al estilo de las películas de Star Trek de J. J. Abrams?
Las posibilidades están sobre la mesa, dentro del libro, aguardando entre sus páginas…
¿Firmará la portada el magistral Larry Elmore? ¿Estará Michael Williams detrás de los nuevos poemas?
Por cierto, interesante será ver si a raíz de la publicación de estas nuevas aventuras en Krynn (que así se llama el mundo de la Dragonlance), Wizards of the Coast lanza un nuevo escenario de campaña, libro de aventuras, o ambas cosas, para Dungeons & Dragons. Sería un movimiento extraño, ya que ellos mismos se desinteresaron de la publicación de esta nueva trilogía, teniendo los derechos… pero a la vez lógico.
Edito la entrada para añadir un párrafo muy interesante que copipasteo traducido de la wikipedia en inglés:
En marzo de 2019, Wizards of the Coast, el nuevo editor de Dungeons and Dragons, contrató a Hickman y Weis para escribir otra entrega de la serie Dragonlance. Random House tenía previsto publicar una nueva trilogía de libros. Según los informes, Wizards of the Coast aprobó el primer manuscrito a principios de 2020. Hickman y Weis también habían terminado el borrador de la secuela. Wizards of the Coast luego detuvo el proyecto, y Hickman y Weis respondieron demandando al editor por incumplimiento de contrato. El 16 de octubre de 2020, solicitando $10 millones en compensación. Los autores luego retiraron la demanda en diciembre de 2020 (Llegaron a un acuerdo amigable con WotC) y anunciaron que Del Rey Books publicaría la nueva trilogía Dragonlance, con una fecha de publicación que se anunciará a fines de 2021. El título provisional del primer libro de la serie es Dragons of Deceit.
Hickman y Weis ven la nueva trilogía como «la piedra angular del trabajo de su vida».
He puesto en negrita lo más interesante. Fue WotC quien contrató a Weis y Hickman, con lo que se supone que algo en mente tenían para un reboot de Dragonlance, quizá también dentro de los mundos de juego de D&D. Aprobaron incluso el primer manuscrito. La pregunta del millón es ¿por qué luego decidieron no publicar la nueva trilogía?
Por último, merece señalarse que Weis y Hickman consideren que esta trilogía será la piedra angular de su carrera como novelistas, que se inició con los mismos personajes y en el mismo mundo al que ahora regresan. Aunque disfruté enormemente con las Crónicas y las Leyendas de la Dragonlance, creo que obras posteriores de ambos autores, cuando tenían ya más experiencia, fueron mejores, sobre todo, La Espada de Joram y El Ciclo de la Puerta de la Muerte, este último contiene pasajes de fantasía que aún evoco en mi memoria, más que las otras obras, aunque todas hayan sido muy importantes para mí. Lo digo por lo que puede significar que vuelvan sobre aquellos personajes que se crearon para un juego de rol de Dungeons & Dragons, con la experiencia de toda una vida escribiendo juntos. Y no es que las primeras novelas fuesen malas, ni mucho menos, aunque adolecieran de los lógicos problemas de una novela primeriza. Después de todo, Tracy Hickman, solo tenía 29 años cuando escribieron el primer volumen de las Crónicas. Weis tenía algunos más, 36. Siempre he creído que Hickman es el narrador, pero Weis la literata. Hickman más el músculo de sus obras, y Weis más el espíritu.