
Ojo, si no la has visto, hay muy pocos espóileres, pero alguno hay.
No sabía yo prácticamente nada sobre esta película. Vi que en el canal de YT de Sensacine, el del señor ese tan majo de la gorra, hacían una crítica, pero no la vi. Luego vi el cartel por la calle, y me llamó lo bastante la atención para recordar lo de YT y ver la crítica, que ponía a la película por las nubes. (Jaja).
A ver. Está bien, pero no es para tanto. Se ha comparado al director de esta película con Steven Spielberg y con Shyamalan. Y es una comparación certera. Lo del segundo, porque para ser una historia de ciencia ficción consigue mucho con más bien pocos medios. Y lo del primero, bueno, es evidente, tras ver la película, si has visto las primeras películas de Spielberg: «El diablo sobre ruedas» y «Tiburón» sobre todo. Hay también, por la temática, algo de «Encuentros en la tercera fase», y de «Parque Jurásico». La primera por lo más evidente en la historia (aunque luego se tuerza, y «Nop» palidezca si se la compara con la obra maestra de Spielberg), y la segunda por el tema subyacente, que es lo que justifica la escena inicial del chimpancé asesino: el peligro de intentar dominar y hacer espectáculo de cosas que no deberíamos.
Esta película, para mi gusto, no merece muchas más palabras. He querido hacer esta crítica por la gran decepción que ha sido para mí. Una decepción más grande que otras muchas, por lo brillante que es la película desde una perspectiva cinematográfica. Pero hay un punto de giro en la historia en el que yo, de repente, dejo de creer totalmente en lo que se me esta contando, y me salgo por completo de ella. A partir de ahí la seguí viendo por el gusto de lo bien filmada que está, por la maestría de su director para rodar y llevar a la pantalla ciertas escenas. Pero tan fuera de lo que me estaba contando que, en realidad, no disfrutaba ya de la película.
Porque el cine debería incluir también la parte del guion. Es una lástima, porque yo no he visto jamás, más allá de la escena de «Encuentros en la tercera fase», en la que los extraterrestres se llevan al niño de la casa en el campo, una película sobre ese tema que fuese buena y terrorífica a la vez. Pues bien, «Nop» lo estaba siendo. Yo no daba crédito ante lo que estaba viendo. Era demasiado bueno para creerlo. No podía ser. Joder, alguien lo estaba haciendo por fin. Solo que no, claro. No pudo ser, esta vez, tampoco. Giro absurdo del guion, y todas mis expectativas por los suelos. Si Jordan Peele hubiera sido capaz de contarme la historia esa, la de cuando el criador de caballos se encuentra en su rancho con unas figuras extrañas que al espectador nos hace creer que son extraterrestres (después de habernos preparado de forma magistral para llegar a ese momento), si hubiese sido capaz de contarnos una historia coherente y terrorífica a partir de ahí, con las dotes cinematográficas que se le ve que tiene… Uf… pero no.
Una verdadera lástima. Una ocasión desperdiciada. Y una película un poco endiosada, para lo poco original que es en el fondo. Porque al final me dio la sensación, no de que se nos hubiera querido contar una buena historia, que para mí eso es el cine, sino la de que se quiso usar una historia para hacer buen cine.
Dicho de otro modo: En «Nop» la historia está al servicio del cine. Yo prefiero que el cine esté al servicio de la historia.